Hoy se cumplen 80 años de la liberación de Auschwitz, uno de los peores campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Los pocos supervivientes que todavía viven contemplan con horror la evolución política del mundo y expresan su preocupación porque la humanidad haya olvidado lo que pasó entonces, no solo en ese campo, sino en otros muchos salpicados por media Europa. Alzan la voz para que recordemos su sufrimiento y las atrocidades que producen algunas ideas totalitarias, supremacistas y racistas.
Al ver los testimonios de esos supervivientes, he recordado que yo misma he traducido varios títulos ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Aquí va una muestra:
Estos son solo unos cuantos, tengo algunos más (y eso que yo traduzco del inglés, y no del alemán; los compañeros que trabajan con esa lengua seguro que tienen una lista mucho más larga).
La Segunda Guerra Mundial ha estado siempre muy presente, tanto en el cine como la literatura. Grandes películas como La lista de Schindler, El pianista o La vida es bella, entre muchas otras, han pasado a la historia, y ahora mismo llena las carteleras The Brutalist, la historia de un superviviente de la barbarie.
En literatura hay centenares de títulos relacionados con esa época. Quién puede olvidar la crónica descarnada a través de los ojos de una niña de El diario de Anna Frank. Y si hablamos de novelas de ficción, a quién no le ha marcado la emotiva novela El niño del pijama de rayas, la desgarradora La decisión de Sophie o la conmovedora El paciente inglés (todas ellas también llevadas al cine; la relación entre cine y literatura siempre ha resultado muy fructífera). Los autores no olvidan esa época horrible de nuestra historia y la utilizan a menudo para protagonizar sus novelas históricas o para ambientar historias de todo tipo, desde relatos de espías, de suspense, de superación, hasta amores épicos e inolvidables (me viene a la cabeza Memorias de África, por ejemplo).
Yo comprendo la preocupación de esos supervivientes; solo hay que ver un informativo para hacerse preguntas alarmantes. Pero no creo que nadie haya olvidado lo que ocurrió entonces, ni podremos hacerlo mientras el mundo de la cultura siga teniendo todos aquellos acontecimientos tan presentes. Por eso me alegro de haber traducido todos estos libros sobre esa época y con ellos haber aportado mi granito de arena, dándole vida a la historia a través de las palabras y las páginas. Y espero que se añadan muchos más a esta lista. Para que no olvidemos nunca.