¿Traducir escenas de sexo es tan divertido como parece?

Charla escenas de sexo en novela erótica

Aparte de mi labor como traductora, de vez en cuando imparto cursos y charlas en diferentes instituciones, desde universidades hasta academias de formación privadas.

En este caso, la propuesta para dar una charla sobre una de mis especialidades, la novela erótica, llegó desde la Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes (ASETRAD). La Vocalía de Formación de la asociación quería dar un ciclo de charlas sobre novela romántica, en el sentido más amplio del término, en el que se incluían las siguientes charlas:

 

Ciclo Cómo seducir a un traductor-Asetrad

 

💗 12 de diciembre: Ciclo «Cómo seducir a un traductor» (I). Charla sobre las relaciones LGTBI en novela romántica.
💗 13 de diciembre: Ciclo «Cómo seducir a un traductor» (II). ¿Traducir escenas de sexo es tan divertido como parece?
💗 19 de diciembre: Ciclo «Cómo seducir a un traductor» (III). La gracia de la traducción.
💗 21 de diciembre: Mesa redonda del ciclo «Cómo seducir a un traductor».

 

La primera la impartía le traductore queer y especialiste en lenguaje no binario Carla Bataller Estruch y la tercera el traductor especializado en novela romántica Xavier Beltrán. La segunda, titulada «¿Traducir escenas de sexo es tan divertido como parece?» (una pregunta que, al estar especializada en la traducción de novela erótica, me han hecho muuuuchas veces, tanto profesionales de la traducción y público en general), fue la que me tocó en suerte a mí.

 

Charla novela erótica

 

Con esta imagen de encabezamiento y ese título tan sugerente nos reunimos unos cuantos profesionales, en la plataforma Zoom, una desapacible tarde de diciembre, ya con ambiente prenavideño, para hablar de las peculiaridades de este género.

La traducción de novela erótica se considera muy fácil, pero ha causado más de un desastre editorial, porque el traductor al que se la han encargado no era consciente de las complejidades del género y los problemas de traducción que supone.

Durante la sesión hablamos un poco del género y su situación actual e intenté resolver las dudas sobre el tono, el vocabulario (explícito, pero no soez), la imaginación que hace falta para traducir algunas escenas bastante acrobáticas (a veces recuerda un poco a una partida de Twister) y las diferencias a nivel traductológico que existen entre traducir una escena de sexo en una novela romántica, en una erótica o en cualquier otro género. Como gran parte de la charla estaba organizada como un taller práctico, les solicité a los asistentes que participaran, y todos se lanzaron a dar opiniones y a hacer preguntas sin pudores ni miedos (a veces hablar de este tema delante de audiencias que no se conocen resulta algo complicado), lo que resultó en una sesión muy entretenida y productiva. Quiero agradecer a todos los asistentes su estupenda disposición y su buen humor, porque hicieron que el taller saliera mucho mejor de lo que me esperaba.

Días después tuvimos una mesa redonda en la que nos juntamos los tres ponentes y Carla, Xavier y yo analizamos la situación actual del género romántico en general y contamos muchísimas anécdotas de cosas curiosas que se nos han presentado en nuestras traducciones.

La valoración que hago de este ciclo es inmejorable, porque tuve la oportunidad de conocer y compartir impresiones con Carla y Xavier, a los que admiro desde entonces y a los que no he perdido de vista, y también de entrar en contacto con unos cuantos traductores interesados en este género que tanto me gusta, algo que siempre levanta el ánimo. Por desgracia, el género romántico no está tan bien considerado como otros (en muchos ámbitos se considera literatura «facilona» o «de baja calidad»), pero la realidad es que no lo sabe traducir bien todo el mundo, porque es necesario tener una cierta sensibilidad y un profundo conocimiento de él para elegir bien el tono, el lenguaje y el ritmo a la hora de traducirlo. Además, por muy desprestigiado que esté, tiene muchos lectores y, por lo tanto, también genera mucho trabajo en el campo de la traducción literaria. Es agradable ver que existe tanto interés entre los compañeros de profesión, al margen de que algunos lo consideren un género menor.

Por todo ello, me encantaría que hubiera en el futuro más ocasiones para hablar de estos géneros, para poder seguir reivindicándolos y ayudando a que, tanto los lectores como los traductores, los conozcan mejor.

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© MARÍA DEL PUERTO BARRUETABEÑA.

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